12.3.10

Sobre la raza humana


Cuenta la leyenda que en el olimpo estaban los Dioses jugando todo el día. Hacían y deshacían a su antojo, solo por diversión. Después de un tiempo comenzaron a aburrirse, por lo que decidieron empezar a competir entre ellos. La competencia constaba en una primera instancia de crear el planeta más bello posible. Como era de preveer no tuvo éxito, fue inútil, todos los astros eran igual de perfectos que el resto. ¿Qué menos se podía esperar de una creación divina?

Después de mucho tiempo ¿Quién sabe cuanto? Los dioses continuaban con ese aburrimiento y uno de ellos propuso hacer retos entre ellos, los más difíciles que un Dios pudiera realizar y ver quien de ellos era el primero en lograrlo. Nuevamente fue inútil, después de todo eran Dioses. Se juntaron para tratar el tema del aburrimiento, de la falta de sensaciones, estuvieron debatiendo largo rato hasta que llegaron a una idea bastante interesante; Esta consistía en crear un mundo nuevo, lleno de recursos, en el cual todos los dioses se trasladarían a el, todos menos uno, que seria el encargado de borrarle la memoria a los nuevos habitantes de ese planeta y protegerlos, ya que todos carecerían de sus poderes, o por lo menos no serian conscientes de los mismos. Y asi cuenta la leyenda que nació la raza humana, una raza de Dioses sin memoria, sin conciencia de todo su potencial, Dioses que a partir de ese momento sufrirían, amarían y sentirían todas esas cosas que su divinidad una vez les había privado.


Aunque tiempo mas adelante oí una leyenda, escrita seguramente por aquel que quedo en el olimpo en afán de que no desaparezca la verdad de lo que había acontecido que decía así:


Decía que Dios se aburrió de ver como sus semejantes, ahora humanos sentían, se canso de protegerlos, de estar a su merced. Creo yo que sintió envidia, pero no la suficiente como para traer de regreso a alguno de sus amigos o hacerles recuperar la memoria. Fue por eso que decidió bajar a la tierra, convertido en humano y con su último poder sobrenatural, se borro la memoria.

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